Lo nuevo, bueno y lo malo de Blackberry 10

Luego de ver como año tras año iba perdiendo participación en el mercado de smartphones, Blackberry necesitaba un cambio total. Es así que RIM (Research in Motion) ahora simplemente Blackberry apostó por el cambio y lanzó su nuevo sistema operativo (Blackberry10) y dos nuevos teléfonos (Z10 y Q10). Veamos lo nuevo, bueno y malo de la empresa de la mora.

Lo nuevo

Lo que salta a primera vista es la eliminación de su clásico teclado qwerty y ofrecer una mayor y mejor experiencia táctil en una pantalla de 4,2 pulgadas en el Blackberry z10.

Blackberry siempre se orientó hacia un público empresarial y siguiendo esa línea, presentó Blackberry Safeguard, un sistema que ayuda a proteger los datos personales, profesionales y de la empresa. Y ‘consintiendo’ a ese sector también presentó la denominada Balance, permitiendo crear y gestionar dos perfiles, uno empresarial y otro personal.

Otra novedad es el BlackBerry Hub, desde donde se gestionan todas las conversaciones, correos electrónicos, mensajes, actualizaciones o alertas de las redes sociales.

Lo bueno

Algo sumamente importante en un smartphone son las aplicaciones. Los de Blackberry aseguraron que desde el primer día de ventas, su sistema operativo contará con más de 70 mil aplicaciones en el Blackberry World y que continuamente irán implementando.

Otra cosa es un nuevo navegador con soporte para HTML 5, múltiples pestañas, navegación y privacidad.

Lo malo

Los antiguos equipos no podrán actualizarse. Sí, los modelos 9300, 8520, 9320, Curve 9360, Curve 9220, Curve 9320, Curve 9380,  el torch 9800,  y el bold 9900, quedarán desfasados y obsoletos. Sin duda es un precio que RIM está dispuesto a pagar.  Ahora, esto sin duda pronto empezará a crear una división entre los usuarios de Blackberry, lo que puede ser un motivo para saltar a otra plataforma como Android, iPhone o Windows Phone 8.

Nada está dicho aún. Habrá que esperar y ver como el mercado recibe al nuevo sistema operativo Blackberry 10 y los nuevos teléfonos. Algo que si está claro es que no la tiene fácil.